
Este es un "festejo" en el que la zona de máxima actividad se encuentra en la Comunidad Valenciana, pero depende de donde se produzca, lo llaman de diferente forma (toro embolao, toro de fuego, toro de ronda,...).
Consiste en colocarle al toro dos bolas de fuego en las astas y soltarlo por la calles o en una plaza.
Le atan al toro las astas con una cuerda, y esta, la atan a un pilón. Así, lo intentan movilizar para colocarle las bolas de fuegos.
El toro es como una antorcha móvil. Un aderezo pirotécnico lo deja confuso al sentir como de golpe la lluvia de chispas surge de sus cuernos. Son segundos de conmoción. Y entonces, empiezan las carreras, los juegos y la provocación.
Todo dura unos 20 minutos.
Hay casos denunciados de astas rotas, de simples vaquillas emboladas, y vídeos en los que se ve como sufren quemaduras, según los ecologistas.
En esta época es cuando se celebran la mayoría de estos ritos.
Sinceramente, la morbosidad de algunas personas poco se puede comprender en un mundo que justamente necesita lo contrario, actos que no fomenten la crueldad.
Este es un vídeo sobre ello, del CQC.
Me sorprende como argumentan las personas a las que le gustan esta barbaridad, si el toro sufre o no.